El viernes por la mañana, con tiempo de sobra, mi padre me dejó en el aeropuerto. Facturé la maleta y al pasar por el control de seguridad, detectaron 3 botellas en mi mochila: 2 de agua y una de cacaolat. "Bébetelas si quieres" me dijo la chica de los rayos X. Le replico que cómo me voy a beber un litro de agua y un cacaolat y, en plan maternal, me dice: "va hombre, por lo menos el cacaolat". Retrocedo el arco de seguridad, me bebo el batido, vuelvo a entrar y le regalo las botellas de agua que en teoría me tenía que beber con los 4 bocadillos que me había preparado Mons. Exagerada es lo mínimo que le dije cuando los vi. ¡Qué equivocado estaba!
El avión salió puntual y al rato, vienen las azafatas ofreciendo un pequeño tentempié. Aproveché para sacar el bocadillo nº1. Les pedí un poco de agua y me ofrecieron un bocadillo. "No, no, solo agua". Y otra que me quería cuidar: "va, cógelo y lo guardas para luego". Pues nada, traiga Vd. uno de queso. Desayuné en el avión el bocadillo nº 1, nº 2 y el de queso.
En los televisores, para amenizar el vuelo, un capítulo de Cheers, sorprendentemente aún se veía en color, y uno de Friends. Unos dibujillos animados y mucha publicidad de Air Berlin. La vista de los Alpes por la ventanilla fue mucho mejor que esa gran programación.
Ya en Dusseldorf, el plan era esperar a Gregorio para ir juntos hacia Essen. Unos problemas supuestamente resueltos con mi roaming me impedían contactar con Mons, que, sin yo saberlo, estaba trabajando duro para solucionarlos, y con Greg, para confirmar que todo iba según lo previsto.
Al lado de la mujer de rojo iba gastando la batería del ipod e intentando conectar mi movil a la red alemana mientras el tiempo pasaba realmente despacio. Cuando ya llevaba dos horas en el aeropuerto aparece anunciado con 21 minutos (estos alemanes, ¡qué precisión!) de retraso el vuelo de Mallorca en el que tenía que llegar Greg y empecé a sopesar la posibilidad de ir solo para el hotel pues a las 15:30 teníamos reunión con los chicos del departamento de juegos infantiles de KOSMOS. Probé por enésima vez a conectar el móvil con vodafone.de y ¡sorpresa! lo logré. Llamé a Mons y me enteré de todo lo sucedido en mi ausencia: Gregorio no había podido coger su vuelo Alicante-Mallorca-Dusseldorf pues su DNI estaba caducado y no le dejaron subir al avión. Mons había contactado con el encargado de telefonía de mi empresa que había reclamado a Vodafone porque aun no funcionaba mi roaming. Esta vez si lo arreglaron y por eso yo podía de nuevo volver a usar el teléfono.
Con estas noticias, ahora sí, me tocaba ir ya hacia Essen. Mientras llamaba a Greg me dirigí al skytrain. Su vuelo saldría sobre las 19h de Alicante así que no estaría en Essen hasta pasadas las 22h.
El skytrain te deja en la estación Dusseldorf-Aeropuerto y hay que coger allí un tren hasta Essen. El mío llegó en menos de 10 minutos. Subí al piso de arriba y viajé al lado de dos viejetes que no paraban de refunfuñar. Bueno, ella. Él solamente asentía y contestaba monosílabos. Justo cuando el tren estaba frenando llegando a la estación de Essen llegó el revisor. Todo convencido saco el billete y se lo muestro (comprado y validado, de ahí mi seguridad) y comienza a negar con la cabeza. "¿Qué pasa buen hombre" le digo. "Pues que para 1ª Clase hacen falta dos tickets. Venga va, ya que te bajas en Essen, lo dejaremos pasar por esta vez". Llamar primera clase a 20 minutos aguantando a los dos viejunos, no es muy exacto. En fin. Unas paraditas de metro y por fin en mi destino.
Llegué al hotel pasadas las 15h, a media hora de la reunión, pero con tiempo suficiente para deshacer la maleta, colocarlo todo en el armario, preparar el prototipo que iba a enseñar y comerme el bocadillo nº3. Explicación: el hotel está a unos 50 metros de la feria. Compré la entrada y me dirigí al stand de KOSMOS. Fácil, en el mismo sitio que el año pasado. Me anuncié al azafato y me dijo que esperara pues mi contacto estaba en otra reunión, tal como él mismo nos avisó por e-mail cuando confirmó nuestra cita.
Al final fue un poco visita de médico. Llegó sobre las 15:45h, me presentó a su colega y pasamos a un despachillo. Primero hablamos del juego que tienen allí desde Essen'10. Efectivamente parece que el juego les gusta, pero hacer que funcione con niños no es tarea fácil. Debíamos entregarles unos componentes (medallitas) que en esos momentos estaban con Greg en Alicante. Les expliqué que eran nuestra idea para solucionar el único problema que le ven al juego y que ya se los entregaríamos al día siguiente. Después me dio el tiempo justo de enseñarles el prototipo que llevaba y que les atrajo pues para niños no tienen nada con esa temática. Ah si, que no digo de qué va el juego. Cierto, como me pondré tan extremadamente pesado si la cosa sale bien, no quiero empezar dos años antes a machacaros.
El tiempo justito de montar el juego, explicarles las sencillas reglas y casi jugar un turno. Llegó la jefa diciendo que necesitaba el despacho. A las 16h ponía que estaba libre y eran las 16h (estos alemanes ¡qué puntualidad!). Evidentemente siendo la jefa y siendo las 16h, tuvimos que dejar libre el espacio. Nos despedimos con el compromiso de entregar al día siguiente las medallitas y en breve las instrucciones del nuevo juego.
Eran las cuatro y muy poco y faltaban más de 6 horas para que llegara Greg. Me di una vuelta por la feria pero no tener planes de compras y el cansancio hicieron que me fuera al hotel. Al pasar por el stand de Jumbo, si que adquirí un jueguecito para entretenerme en la espera además de viendo la televisión, con el iPod y con el bocadillo nº4.
El viernes terminó con la llegada de Greg, un bocadillo muy picante en el Subway y por un malentendido con el Hotel, cada uno durmiendo en una habitación.
Sábado por la mañana: desayuno en el hotel, resolución del malentendido y traslado de Greg a la habitación en la que yo estaba, prototipos en la mochila y cola en la entrada para comprar Greg la suya.
A mediodía teníamos cita con Stefan en el stand de KOSMOS. Una vez en el despacho, tras entregarle las medallitas, lo primero que hizo fue enseñarnos la parte trasera de la caja de Grill Party mostrándonos en qué lugar irá nuestro logotipo y una versión mejorada de las figuritas de madera. Nos comentó que ya hay varios países interesados en la edición del juego y que se venderá incluso en otras tiendas además de las especializadas en juegos.
En Córdoba nos mostró su interés por dos de nuestros proyectos y nos pidió que le entregáramos los prototipos en esta reunión. Después de hacerlo, jugamos al Campi qui pugui en cartas pues llevamos una versión con una modificación en un aspecto que no le convenció en Córdoba. Ahora parece que se adapta más a sus requerimientos y se quedó el prototipo.
El año pasado habíamos echado el ojo a un restaurante egipcio pero un cambio inesperado de planes impidió que pudiéramos probarlo. Esta vez no se nos iba a escapar. Después de unas fotos con el Catán-bus, llegamos al Fata Morgana. No había nadie, pero no nos echamos atrás por eso. De hecho, no entró ni un cliente más en toda nuestra estancia. Parece que el negocio fuerte lo tienen en la cena pues no paraban de exponer platos para un mega-buffet libre impresionante. Comimos para empezar un pica-pica de hummus, baba ganoush, falafel y una especie de ensalada de patatas. Después un plato de cordero para Greg y uno de cordero y pollo para mí. Todo exquisito.
De vuelta al hotel, preparamos los prototipos para AMIGO, nuestra penúltima reunión de este año. Tienen allí el Crazy Laundry que nos pidieron casi con urgencia hace unas semanas y, desde este fin de semana, también el Crazy Dishwasher. Conocimos a Bernd, quien se había encargado de las gestiones con los contratos y nos regalaron algunas de las novedades de este año. Nos falta acostumbrarnos a esto pues podíamos haber arrasado con la estantería y solamente nos llevamos 3-4 juegos cada uno. Poco a poco.
Solamente nos quedaba hablar con EDGE. Parecía que iba a ser más dificil pero resultó que estábamos todos en el mismo hotel y por la noche, en la cafetería, improvisamos una reunión. Tuvimos confirmación ya del formato con el que, sobre el verano de 2012, Primus saldrá a la calle: caja de 5 pulgadas igual que la de Pingüinos. Empezamos a definir nuestras próximas citas y hablamos de nuevos proyectos.
El domingo, con todo el trabajo hecho, solo nos quedaba pasar por las rebajas de Queen Games y dirigirnos al aeropuerto. Puntualmente llegué al Prat después de tragarme otro capítulo de Cheers, otro de Friends y otro bocadillo de queso. Me recogieron Mons y Víctor y para casa, que faltaba gente.
5 comentarios:
¿Qué pasó con el bocata 3º?
Un saludo y enhorabuena! :)
Lo has pasado por alto. Busca bien. :-)
Gracias por la reseña viajera. Es de lo más divertido que he leído de Essen. :)
A ver cuándo vemos en las estanterías el Grill Party!
Qué lejos está la primavera, ja ja ja.
A mí no me hizo tanta gracia no poder coger el avión xDD
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